Según nos dice Naranjo (2007) este juego es común en varias partes de la provincia de Pichincha, además de que ha sido en épocas pasadas símbolo de identidad al interior de muchos sectores sociales y geográficos; se lo reconocía como una práctica propia del país que no solo divertía a jugadores y espectadores sino que además entrelazaba a personas provenientes de los más diversos rincones de la nación (Naranjo, 2007: 937).
La pelota de guante, a decir de los mayores, era un juego muy pesado, exclusivo de hombres que se practicaba en la plaza. La pelota era de caucho y el guante era de madera forrado con cuero de vaca, pesaba entre cinco y diez libras y tenía un agujero por donde se metía la mano y con esto se lanzaba la pelota. Según don Salomón (jugador tradicional) nos dice, La pelota de guante era igual que el futbol ahora, poco a poco fue desapareciendo. Se jugaba en la plaza, o en las plazuelas que había en los barrios (don Salomón Obando).
Hay diferentes modalidades de juego, la pelota de guante, antiguamente practicada, la pelota nacional que se practica hasta el presente, la pelota de cerda y la de mano son las más comunes. En todos estos casos la forma de juego es la misma para todos en términos generales. En este sentido,
Para practicarlos se requiere de dos equipos, cada uno conformado por cinco jugadores quienes, dependiendo de la posición en la que jueguen, desempeñan diferentes funciones: uno hará de sacador, otro de torna, un tercero de media torna o cerrador y los dos restantes se constituyen en los cuerdas. La cancha por lo general se improvisa en las plazas de los pueblos: tiene una forma rectangular con una dimensión aproximada de seis a nueve metros de ancho por todo el largo de la plaza. Para demarcarla se traza una línea longitudinal a cada lado de la cancha, así como otra a lo ancho de la misma, en su parte central, para dividirla en dos espacios de iguales dimensiones. A esta línea central se la conoce como “tranca”, su función es… (ser) una guía para la ubicación y estrategias que deberán hacer los distintos jugadores (Naranjo; 2007: 939-940).
Doña Zenaida Encalada nos cuenta que su esposo solía jugar primero pelota de guante y luego también jugaba pelota nacional. Ahora por la edad y la falta de fuerza ya no puede jugar. Sin embargo el hijo de Doña Zenaida, Álvaro, ha heredado el gusto por el juego, juega ahora pelota nacional en el equipo parroquial, además es el capitán.
Además del interés generalizado que muestra la población de Pomasqui por los juegos y actividades lúdicas en general, un aspecto que vale destacar es el apoyo que brinda la población en las competencias interparroquiales, a decir de algunos, ésta es una ocasión que se presta para la reunión en familia e incluso entre conocidos.
Se trata de un traslado masivo de la parroquia para apoyar a los equipos de futbol, baloncesto, vóley entre otros. Si bien esto responde al alto nivel de rendimiento que muestran los equipos en las diferentes categorías, ya que la parroquia ha sido 15 veces campeón en pelota nacional, ha tenido tres campeonatos de futbol, y la presencia en deporte como vóley y baloncesto ha sido siempre de alto rendimiento. Es claro que la gente se identifica con los deportes y aprovecha para socializar, pero sobre todo para pasar un momento ameno, sobre lo dicho,
Es una característica de la gente de Pomasqui acompañar a la selección, más de futbol sénior; pero hablemos de las olimpiadas que se hacen cada dos años y Pomasqui se toma todos los estadios y no hay una comparación…van inclusive los abuelitos, no es decir que simplemente una población, joven, sino van familias completas no les dejan a los mayores, sino mas bien es ocasión para llevarles (Wilson Aizaga).
Investigación realizada por: Ana Cristina Poma